segunda-feira, 4 de junho de 2018

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE DOS

EL TEMA DEL LIBRO

Lectura bíblica: Lc. 24:44-49; Mr. 16:15-16, 19-20; Mt. 28:18-20; Hch. 1:1-2

En el mensaje anterior dijimos que podemos considerar el libro de Hechos como marca divisoria o “espina dorsal” del Nuevo Testamento. Este libro separa los cuatro evangelios de las epístolas, las cuales incluyen el libro de Apocalipsis. Los evangelios presentan a un Redentor consumado y la redención que El realizó. En Hechos vemos que dicho redentor y dicha redención se propagan para que se produzcan las iglesias. Luego, en las epístolas, tenemos la edificación de los creyentes y la edificación de las iglesias.

LA PROPAGACION DEL CRISTO RESUCITADO

Después de haber visto la posición que ocupa el libro de Hechos, examinaremos su tema. El tema de Hechos es la propagación del Cristo resucitado en Su ascensión, por el Espíritu, mediante los discípulos, para producir las iglesias, el reino de Dios. Hechos gira en torno a la propagación del Cristo resucitado. Cristo lleva a cabo esta propagación en Su ascensión, por el Espíritu y mediante los discípulos. El se propaga con el fin de producir las iglesias, es decir, el reino de Dios.
Ningún versículo de Hechos puede resumir todo el libro. La mejor manera de hacerlo es describiendo su tema. Por tanto, una vez más quisiera señalar que el tema de Hechos gira en torno a la propagación del Cristo resucitado. Nos resulta de gran provecho emplear esta expresión: “la propagación del Cristo resucitado”. No he sabido de ningún estudio acerca de este libro que use la palabra “propagación”. No obstante, el tema de Hechos es la propagación del Cristo resucitado en Su ascensión, por el Espíritu, mediante los discípulos, para producir las iglesias, el reino de Dios.
En Hechos, el que se propaga no es simplemente el Jesús que vivió en Nazaret en el hogar de un carpintero, sino el Cristo que resucitó.

LAS ACTIVIDADES DE CRISTO EN SU ASCENSION

La propagación del Cristo resucitado la lleva a cabo Cristo mismo en Su ascensión. El Señor Jesús vivió en la tierra durante treinta y tres años y medio, pero ahora está en ascensión, en la cual lleva a cabo muchas actividades. No debemos pensar que el Cristo ascendido está sentado pasivamente en el trono, observando la lamentable situación que prevalece en la tierra y desanimado por ello. No, en Su ascensión, El está activo de una manera muy positiva. Como el Cristo ascendido, El lleva a cabo diversas actividades.
En el martirio de Esteban tenemos un ejemplo claro de las actividades que Cristo realiza en Su ascensión. Hechos 7:55 y 56 refiriendose a Esteban dice: “Pero él, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios”. Al ver lo que sucedía en la tierra, el Cristo ascendido se puso en pie. Quizás El haya dicho: “Aunque vosotros estéis apedreando a Esteban y estéis a punto de matarlo, Yo ganaré a uno de vosotros, a Saulo de Tarso, al cual fortaleceré mucho más que a Esteban. ¿Qué haréis al respecto? Mientras vosotros lo apedreáis, Yo observo. Pero esperad un poco y seréis vencidos”. El caso de Esteban demuestra que el Cristo resucitado está muy activo en Su ascensión.
El hecho de que Cristo está ahora en ascensión no sólo significa que El está en los cielos, sino también que El tiene poder y autoridad. En Su ascensión, Cristo posee todo poder y toda autoridad sobre el universo. Mateo 28:18 dice que el Cristo resucitado declaró a Sus discípulos: “Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”. Por tanto, con tal autoridad y poder que recibió en Su ascensión, el Señor está muy activo. ¿Qué está haciendo ahora? Como el Cristo ascendido, El lleva a cabo Su propagación universal y eterna.
¿Quién puede explicar por qué hay tantos cristianos hoy en la tierra? ¿Por qué existen tantos creyentes en el mundo? Grandes hombres han intentado controlar la tierra, pero han fracasado. Por ejemplo, Hitler lo intentó pero al final lo perdió todo. Se dice que Napoleón, después de ser vencido, miró al cielo y confesó que Jesús lo había derrotado. El reconoció que el Señor Jesús lo había ganado todo sin librar batalla. Lo que queremos recalcar es que toda la tierra está en manos de Aquel que permanece invicto y que ahora lleva a cabo Su propagación.
La labor principal del Cristo ascendido no consiste en pelear, sino en propagarse a Sí mismo por toda la tierra. En el recobro del Señor, tenemos gentes de todos los colores: negros, blancos, amarillos y rojos. Todos formamos parte de la propagación de Cristo, pues fuimos producidos por el Cristo resucitado y ascendido.

sexta-feira, 18 de maio de 2018

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE UNO

LA POSICION QUE OCUPA EL LIBRO

Lectura bíblica: Lc. 24:44-49; Mr. 16:15-16, 19-20; Mt. 28:18-20; Hch. 1:1-2

Este mensaje da inicio al Estudio-vida de los Hechos de los Apóstoles. Al llegar a Hechos, debemos recordar que tanto este libro como el Evangelio de Lucas fueron escritos por la misma persona. Leamos Lucas 1:3: “Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo”. Los dos primeros versículos de Hechos indican que este libro es la continuación del Evangelio de Lucas: “En el primer relato, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue llevado arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido”.

UNA SINOPSIS DEL EVANGELIO DE LUCAS

Antes de proseguir, revisemos algunos detalles mencionados en el Estudio-vida de Lucas. Este evangelio presenta al Salvador-Hombre y muestra que nuestro Redentor, el Salvador, es el Dios-Hombre. Lucas nos proporciona un relato claro, no solamente del nacimiento del Salvador-Hombre, sino también de Su concepción. Además, describe la juventud, la vida, el ministerio, la muerte, la resurrección y la ascensión del Señor. Por tanto, el Evangelio de Lucas presenta un panorama amplio de todo lo que incluye la Persona maravillosa del Dios-Hombre desde Su concepción hasta Su ascensión.
Podemos afirmar que la concepción del Salvador-Hombre fue Su venida de los cielos y también de Dios el Padre. Asimismo, Su ascensión fue Su regreso, no solamente a los cielos, sino también al Padre. La concepción del Salvador-Hombre fue Su venida a la tierra, y Su ascensión fue Su ida a los cielos. Esto hizo del Señor Jesús un Ser maravilloso. Su concepción y nacimiento lo constituyeron una persona divina y humana, Dios el Creador y un hombre, es decir, una criatura. Lucas 2:13-14 muestra que los ángeles exultaron al ver el nacimiento del Salvador-Hombre, quien venía a salvarnos. Los ángeles alababan a Dios y decían: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de Su complacencia!”
Esta maravillosa persona, vivió en la tierra como un hombre cuyas virtudes humanas expresaban los atributos divinos. Así vivió y así ministró. El ministró todo lo que vivió, y lo hizo hasta la muerte. El Salvador-Hombre sufrió la muerte, pasó por la muerte y salió de ella. Después de pasar por el dominio de la muerte y del Hades, El salió en resurrección. Por una parte, el Señor resucitó; por otra, Dios lo resucitó. Por tanto, El entró en resurrección, y en ella ascendió a los cielos. Ahora el Salvador-Hombre glorificado está en los cielos. Esta es una sinopsis del contenido crucial del Evangelio de Lucas.

EL MINISTERIO QUE EL SEÑOR REALIZA
EN SU ASCENSION

Las actividades del Señor no concluyeron cuando El ascendió a los cielos. Por el contrario, la ascensión del Salvador-Hombre marcó otro inicio. Como mencionamos en el Estudio-vida de Lucas, en la ascensión, Cristo recibió la investidura que lo capacitó para cumplir Su ministerio celestial. La concepción del Señor marcó un inicio, y Su ascensión, otro. Su concepción dio inicio a Su vida y Su ministerio en la tierra; mientras que Su ascensión fue el inicio de la vida y el ministerio que ahora realiza en los cielos. Por tanto, la ascensión de Cristo no fue el final de Sus actividades, sino el inició de una obra más profunda: Su ministerio celestial.
El Evangelio de Lucas, el primer libro que éste escribió, describe el primer inicio que tuvo el Señor en Su vida y ministerio terrenales. Ahora se necesita un segundo libro, el libro de Hechos, que nos explique en qué vida y ministerio fue iniciado el Señor en Su ascensión. Por tanto, Lucas sintió que debía escribir un segundo libro que revelara la vida y el ministerio del Cristo ascendido. En Hechos vemos cómo el Señor vive y ministra en Su ascensión.
Queremos recalcar el hecho de que, según el Evangelio de Lucas, el Señor vivió en la tierra. Su vida y ministerio fueron iniciados por Su concepción y concluyeron con Su resurrección. Después de Su resucitar, el Señor Jesús ascendió a los cielos. Esta ascensión no fue una terminación, sino un nuevo inicio, el cual lo llevó a otra esfera, es decir, a los cielos, donde ahora lleva una vida y un ministerio diferentes. Esta vida y este ministerio no los lleva a cabo el Jesús que fue concebido del Espíritu Santo en el vientre de una virgen y que nació en Belén, sino el Cristo ascendido. El Cristo resucitado y ascendido vive ahora en los cielos desde donde efectúa Su ministerio. La vida y ministerio que el Señor lleva a cabo en los cielos constituyen el contenido del libro de Hechos. ¡Espero que este cuadro que hemos presentado al comienzo de este estudio-vida nos impresione profundamente!